Un día mas me levanto con la ropa
ya puesta, desayuno con la comida servida, voy a la escuela y entrenaré para el
ejército, volveré a casa y haré lo que quiera, es una asquerosa rutina que casi
nunca varia, pero hoy si.
Llego
a la escuela tarde, muy tarde, padre y yo hemos decido ir a buscar el regalo de
cumpleaños de mi hermana, el collar de zafiros que ella quería, hoy es su
fiesta de 17 años y tenemos que celebrarlo a lo grande. Entro en el aula y veo
a mi profesor de matemáticas explicando, me
mira, pero no dice nada, así que me siento en mi mesa tan tranquilo, a
el le da igual, los profesores simplemente están para controlarnos y darnos
clase, pero con una sola queja de nosotros, los echan a la calle. Nos pasamos
toda la mañana allí, matemáticas, lengua e historia de nuestro país, demasiado
aburrido para ser verdad Cuando por fin nos dejan respirar decidimos jugar al
rugby, es la única forma de descargar el estrés, y después vuelta a empezar
hasta acabar nuestra jornada, demasiado larga.
Termina
y salgo hablando con Missy, la chica con la que llevo coqueteando desde hace
tiempo. Quiere que la invite al cumpleaños de mi hermana para “pasar un tiempo
juntos”, pero ella y yo sabemos que solo quiere impresionar a mi madre para que
me presione, y así formalizar nuestra relación, pero por ahora no me interesa
lo suficiente. Empiezo a esperar a Scott, para ir a los entrenamientos pero, de
repente le oigo chillar mi nombre y me acerco para ver que le pasa, porque
llegaremos tarde y ahí si nos pueden castigar, le digo:
-¿Qué
haces? tenemos que irnos.
-Josh
ya voy, espera un momento, estoy esperando a Bibiana que no sale- Siempre
intentando ligar con todas las chicas.
-Sigues
con lo mismo- le digo- quieres estar con una sirvienta ahora, eres increíble-
Ni él, ni yo hemos estado con ese tipo de mujeres, no es que sean feas, pero
somos de mundos diferente- Sabes que esa chica lo único que quiere es tu dinero
¿verdad? Ya lo intento con Marcus y ahora contigo…
-Si,
sigo con lo mismo, tu estas con Missy ¿no? ¿Por ciento como esta?- me mira
riéndose sabe como molestarme- Además, no me voy a enamorar ella, por favor,
solo quiero saber como son y como reaccionan, después ya la dejare, que mas da,
solo quiero pasar un buen rato ¿es tan difícil de entender?- Scott siempre se
ha caracterizado por este tipo de cosas que al final siempre acaban dejando a
la chica destrozada pero a el no le parece incomodar.
-Has
lo que quieras, pero date prisa o me voy si ti- veo como una chica de pelo
negro azulado, bajita, pero muy flaca se acerca hacia nosotros saludando, se
tira a los brazos de mi amigo y dice:
-Me
has esperado Scott, así que si te importo algo, ¿no?- Le mira, le sonríe y se
gira hacia mi- Hola, eres Josh ¿verdad? Te conozco de vista- Miro a Scott y nos
reímos, esta chica si no ha visto a ninguno de nosotros es un milagro. No le
contesto y me alejo un poco, no quiero ver a esos tortolitos juntos, pero no me
doy cuenta que me he chocado con alguien hasta que veo a una chica en el suelo.
Intento
ayudarla a levantarse, agarrándola por la cintura, pero para mi sorpresa me
empuja y me chilla
-
¿Qué te crees que haces?, ¡Suéltame, no me toques!, ¿Quién te crees para ir
empujando así a la gente?-y de repente se gira para mirarme, pensé que me iba a
seguir, pero se quedó blanca mirándome como si fuera un fantasma y se le volvieron a caer los libros.
Empiezo
a observarla, es una chica guapísima, que me llegaba por debajo de la barbilla,
con un pelo que me recordaba a alguna famosa, ondulado y castaño, con un rostro
de una piel tan suave que daban ganas de acariciarlo y que contenían unos hermosos
ojos miel que no dejaban de mirarme de forma asustada. Lógico era una sirvienta
se le notaba simplemente por la estropeada ropa que llevaba, nadie de mi
escuela se pondría algo así.
Se
agacha para recoger sus cosas del sucio suelo de la escuela, se da cuenta que varias de sus libretas están
mojadas y exclama una maldición. Cuando intento ayudarla, se queda paralizada,
y me esquiva la mirada, le entregué sus libros pero ella tuvo toda la
precaución de no tocarme. Hasta que por fin levanta la cabeza y me dice
tartamudeando:
-Yo…
lo… lo siento mucho, ha sido culpa mía, no volverá a pasar se lo prometo- se
intenta ir pero, no la dejo, frunce sus labios, espera que le diga algo malo
-
¿Cómo te llamas?- frunce el entre cejo pero no responde- ¿Qué como te llamas?-le
repito pero sigue sin decir nada, me pone de los nervios que me mira así que la
suelto para decirle que no le voy a hacer nada pero se va corriendo. Tengo la
intención ir tras ella pero llega Scott.
Ya
la buscare, esto no se quedara así.
Bueno como ya dije que iba a seguir con mi cuento lo cumplo, ya lo mezclare con otras cosas :)